Skip to content
uruguayalmomento
  • Portada
  • Nacional
  • Internacional
  • Economía
  • Policiales
  • Deportes
  • Más
    • Ciencia y Tecnología
    • Sociedad
    • Salud
    • Cultura
uruguayalmomento
uruguayalmomento
  • Portada
  • Nacional
  • Internacional
  • Economía
  • Policiales
  • Deportes
  • Más
    • Ciencia y Tecnología
    • Sociedad
    • Salud
    • Cultura
uruguayalmomento
  Internacional  ¿Qué busca Donald Trump en Budapest?
Internacional

¿Qué busca Donald Trump en Budapest?

octubre 21, 2025
FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail

Vaya por delante que a todas las naciones de la tierra les conviene el fin de las guerras de Gaza y de Ucrania. Sin embargo, los esfuerzos de Trump para poner fin a ambos conflictos han merecido una acogida muy diferente de la comunidad internacional.

Así, el plan de Trump para Gaza, cuyo cumplimiento exigirá toda la presión que quizá solo el magnate republicano es capaz de aplicar sobre ambos bandos, ha sido aplaudido por el este y el oeste, el norte y el sur, países cristianos y musulmanes, democracias y tiranías. La única excepción es la de la izquierda radical que, en España, denuncia el plan como una imposición… y, a la vez, se pone una medalla por haber obligado a Israel a aceptarlo con las manifestaciones que organizó en muchas de nuestras ciudades.

Frente al aplauso casi unánime cosechado en Gaza, el plan de Trump para Ucrania no ha recibido el apoyo de nadie. ¿Será eso una demostración de la rusofobia que denuncia Putin? No puede ser, porque ni siquiera el Kremlin ha dicho una sola palabra en su favor. Al contrario, en la prensa doméstica se sigue defendiendo la rendición incondicional de Ucrania, que ellos llaman «solución de las causas profundas de la guerra».

Empecemos por reconocer que, al contrario de lo que ocurrió en Gaza, no se sabe exactamente qué es lo que contiene ese hipotético plan de Trump, que, en realidad, nadie ha puesto sobre la mesa. Lo que el magnate ha dicho públicamente es, en pocas palabras, que cada uno se quede con lo que tiene; y si esa es su propuesta —en esencia, un armisticio a la coreana avalado por la ley del más fuerte— me parece la mejor de las posibles, al menos a corto plazo. Zelenski, desde luego, la aceptaría gustoso siempre que no supusiera una renuncia formal al territorio ocupado por Rusia. Pero Putin ni siquiera querrá considerarla porque, 200.000 muertos después, su Ejército no habría alcanzado ninguno de los objetivos de su operación especial.

De manera informal, en Washington —pero no en Moscú— se ha filtrado un posible cambio de postura del dictador ruso. Si fuera cierto —que no lo es— se abriría la posibilidad de intercambiar partes de Zaporiyia y Jersón por el cinturón de grandes ciudades que no ha podido conquistar en el Donbás. Zelenski, desde luego, no puede aceptar este acuerdo, ni siquiera de facto, porque supondría entregar el muro del castillo que defiende Ucrania a cambio de un pradito fuera de las murallas. Pero Putin tampoco, porque se vería obligado a la humillación de ceder tierra que él mismo ha incluido en la constitución de la Federación Rusa como propia; y porque, aunque así habría alcanzado uno de los tres objetivos de la guerra —la «liberación» del Donbás— le quedarían los otros dos: el cambio de régimen en Kiev y el desarme de su enemigo.

Entonces, ¿qué es lo que está en juego en las conversaciones que mantendrá Putin con Trump en Budapest? Desde la perspectiva del dictador del Kremlin, la cosa parece bastante clara. Él no ha cambiado la estrategia bélica, ni tampoco la táctica negociadora. Sabe que no podrá con Ucrania mientras Occidente la apoye. Por eso sigue tratando de apartar a los EEUU de la guerra, con mayor urgencia que nunca ahora que el magnate ha conseguido lo que Biden no logró: que la India renuncie al petróleo ruso. Por la misma razón, intensifica la guerra híbrida contra Europa, para tratar de conseguir un objetivo que niegan los prorrusos pero que conocemos por las palabras de Medvedev, el payaso tonto del Kremlin: «Lo principal es que los europeos cortos de vista sientan el peligro en carne propia. Que teman y tiemblen como animales tontos en un rebaño llevado al matadero».

Más Noticias

Bruselas propone elevar los aranceles al acero al 50% para contrarrestar el ‘poder’ de China en el sector

octubre 7, 2025

El Gobierno de Israel aprueba el acuerdo inicial de paz con Hamás

octubre 10, 2025

Rescatan a una turista española del interior de una pirámide en Egipto: una hora de intervención a 80 metros bajo tierra

octubre 20, 2025

Tengamos la paz en paz

octubre 13, 2025

Todo esto, que me parece bastante evidente, deja en el aire una pregunta sin responder: ¿qué es lo que espera Trump de su reunión con Putin en Budapest? El lugar es simbólico para el dictador del Kremlin. Fue en esa ciudad donde, hace ya más de 30 años, Rusia engañó a Ucrania para que cediera sus armas nucleares a cambio de garantías sobre su integridad territorial. Le encantaría volver a hacer lo mismo, aunque esta vez la víctima del engaño sea Washington y no Kiev. Por el bien de todos, esperemos que no lo consiga.

 f  

Vaya por delante que a todas las naciones de la tierra les conviene el fin de las guerras de Gaza y de Ucrania. Sin embargo, los esfuerzos de Trump para poner fin a ambos conflictos han merecido una acogida muy diferente de la comunidad internacional.

Así, el plan de Trump para Gaza, cuyo cumplimiento exigirá toda la presión que quizá solo el magnate republicano es capaz de aplicar sobre ambos bandos, ha sido aplaudido por el este y el oeste, el norte y el sur, países cristianos y musulmanes, democracias y tiranías. La única excepción es la de la izquierda radical que, en España, denuncia el plan como una imposición… y, a la vez, se pone una medalla por haber obligado a Israel a aceptarlo con las manifestaciones que organizó en muchas de nuestras ciudades.

Frente al aplauso casi unánime cosechado en Gaza, el plan de Trump para Ucrania no ha recibido el apoyo de nadie. ¿Será eso una demostración de la rusofobia que denuncia Putin? No puede ser, porque ni siquiera el Kremlin ha dicho una sola palabra en su favor. Al contrario, en la prensa doméstica se sigue defendiendo la rendición incondicional de Ucrania, que ellos llaman «solución de las causas profundas de la guerra».

Empecemos por reconocer que, al contrario de lo que ocurrió en Gaza, no se sabe exactamente qué es lo que contiene ese hipotético plan de Trump, que, en realidad, nadie ha puesto sobre la mesa. Lo que el magnate ha dicho públicamente es, en pocas palabras, que cada uno se quede con lo que tiene; y si esa es su propuesta —en esencia, un armisticio a la coreana avalado por la ley del más fuerte— me parece la mejor de las posibles, al menos a corto plazo. Zelenski, desde luego, la aceptaría gustoso siempre que no supusiera una renuncia formal al territorio ocupado por Rusia. Pero Putin ni siquiera querrá considerarla porque, 200.000 muertos después, su Ejército no habría alcanzado ninguno de los objetivos de su operación especial.

De manera informal, en Washington —pero no en Moscú— se ha filtrado un posible cambio de postura del dictador ruso. Si fuera cierto —que no lo es— se abriría la posibilidad de intercambiar partes de Zaporiyia y Jersón por el cinturón de grandes ciudades que no ha podido conquistar en el Donbás. Zelenski, desde luego, no puede aceptar este acuerdo, ni siquiera de facto, porque supondría entregar el muro del castillo que defiende Ucrania a cambio de un pradito fuera de las murallas. Pero Putin tampoco, porque se vería obligado a la humillación de ceder tierra que él mismo ha incluido en la constitución de la Federación Rusa como propia; y porque, aunque así habría alcanzado uno de los tres objetivos de la guerra —la «liberación» del Donbás— le quedarían los otros dos: el cambio de régimen en Kiev y el desarme de su enemigo.

Entonces, ¿qué es lo que está en juego en las conversaciones que mantendrá Putin con Trump en Budapest? Desde la perspectiva del dictador del Kremlin, la cosa parece bastante clara. Él no ha cambiado la estrategia bélica, ni tampoco la táctica negociadora. Sabe que no podrá con Ucrania mientras Occidente la apoye. Por eso sigue tratando de apartar a los EEUU de la guerra, con mayor urgencia que nunca ahora que el magnate ha conseguido lo que Biden no logró: que la India renuncie al petróleo ruso. Por la misma razón, intensifica la guerra híbrida contra Europa, para tratar de conseguir un objetivo que niegan los prorrusos pero que conocemos por las palabras de Medvedev, el payaso tonto del Kremlin: «Lo principal es que los europeos cortos de vista sientan el peligro en carne propia. Que teman y tiemblen como animales tontos en un rebaño llevado al matadero».

Todo esto, que me parece bastante evidente, deja en el aire una pregunta sin responder: ¿qué es lo que espera Trump de su reunión con Putin en Budapest? El lugar es simbólico para el dictador del Kremlin. Fue en esa ciudad donde, hace ya más de 30 años, Rusia engañó a Ucrania para que cediera sus armas nucleares a cambio de garantías sobre su integridad territorial. Le encantaría volver a hacer lo mismo, aunque esta vez la víctima del engaño sea Washington y no Kiev. Por el bien de todos, esperemos que no lo consiga.

 20MINUTOS.ES – Internacional

FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail
El robo del Louvre y lo incalculable
Qué hacer con La Oreja de Van Gogh
Leer también
Cultura

Bad Gyal amplía las fechas de su gira con un tercer concierto en Barcelona y Madrid y una segunda actuación en Bilbao

octubre 21, 2025 6617
Cultura

Rosalía incluye en ‘Lux’ colaboraciones con Björk, Estrella Morente y L’Orfeó Català

octubre 21, 2025 8606
Internacional

Bruselas lanza su plan para duplicar la presencia de jóvenes agricultores para 2040: del 12% actual al 24% del total

octubre 21, 2025 11575
Internacional

Von der Leyen impulsa el «momento de independencia de Europa» con un plan para 2026 centrado en competitividad y defensa

octubre 21, 2025 4991
Cultura

El cantante Kenny Loggins exige a Trump que elimine su canción del vídeo que hizo con IA lanzando excrementos contra manifestantes

octubre 21, 2025 2898
Internacional

La UE da luz verde al nuevo carné de conducir, que podrá sacarse desde los 17 años

octubre 21, 2025 1113
Cargar más

La carretera muerta de Gabriel Oca (Papelillo editorial, 2025)

octubre 11, 2025
Raquel Quirós Pozo impacta con su primera novela distópica: una reflexión sobre el futuro de la humanidad

Raquel Quirós Pozo impacta con su primera novela distópica: una reflexión sobre el futuro de la humanidad

febrero 4, 2025

Los Premios Planeta 2025: cuánto dinero se llevan el ganador y el finalista

octubre 15, 2025

Trump, reticente a suministrar misiles Tomahawk a Ucrania tras hablarlo con Putin: «¿Te importaría si le doy un par de miles?»

octubre 17, 2025

Dr. Gabriel Cartagena Sanguinetti: “El celular en la escuela plantea un desafío cultural, no solo pedagógico”

octubre 16, 2025

Remedios Zafra, premio Nacional de Ensayo por ‘El informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática’

octubre 7, 2025

Gisèle Pelicot se encara con uno de los condenados por violarla: «La única víctima en esta sala soy yo, ¡asuma sus actos!»

octubre 8, 2025

Fernando Noguera Ballesta lanza “Susurros en la noche” una novela de ficción y denuncia

noviembre 20, 2024
Christian Omar Bailón Fernández lanza una obra clave para repensar la psicoterapia desde la complejidad

Christian Omar Bailón Fernández lanza una obra clave para repensar la psicoterapia desde la complejidad

mayo 5, 2025

Así es la letra de la primera canción de La Oreja de Van Gogh tras el regreso de Amaia Montero

octubre 15, 2025

    UruguayAlMomento

    © 2023. UruguayAlMomento. Todos los derechos reservados.
    • Política de Cookies
    • Política de Privacidad
    • Aviso Legal
    • Contacto
    • Sobre Nosotros