El robo de las joyas de la corona francesa exhibidas entre los pasillos del Louvre tiene a todos recordando las hazañas de Arsène Lupin, ese famoso personaje creado por el escritor francés Maurice Leblanc y que ha inspirado películas, comics y una serie en Netflix. Los cuatro atracadores profesionales irrumpieron en uno de los museos más protegidos del mundo para hacerse con un botín que los expertos estiman podría superar los 50 millones de euros.
Sin embargo, esta no es la primera vez que un robo de película le da la vuelta al mundo. Solo este mes, unos ladrones se llevaron porcelana por valor de 6 millones de euros de un museo de Limoges, según reporta la BBC, y La Policía Nacional española reportó la desaparición del cuadro de Picasso ‘Naturaleza muerta con guitarra’, asegurado por 600.000 euros, que debía viajar de Madrid a Granada para una exposición.
Como estos, hay más de 57.000 artículos de patrimonio cultural reportados ante la Policía Internacional (Interpol) como robados o desaparecidos, de ellos, al menos 723 corresponden a piezas españolas. Todos los objetos están recogidos en una base de datos considerada la referencia mundial en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
Dicha base de datos tiene como objetivo centralizar las denuncias sobre desapariciones de piezas de arte, arqueología, objetos religiosos y patrimonio histórico de cualquier parte del mundo, y se actualiza constantemente gracias a la colaboración entre policías nacionales, museos, casas de subastas, aduanas y organismos internacionales como la UNESCO o el ICOM.
Los objetos robados más buscados por la Interpol
Entre los objetos culturales más buscados del mundo se encuentran esculturas neolíticas, tapicerías históricas, manuscritos antiguos y reliquias arqueológicas sustraídas de museos o zonas de conflicto. Sin embargo, la importancia de las piezas no solo reside en su valor económico, sino en su relevancia histórica, ya que forman parte del patrimonio colectivo de la humanidad.
Todos los meses de junio y diciembre la Interpol destaca las obras de arte más buscadas y emite Notificaciones Moradas para alertar y compartir información sobre modus operandi, objetos y métodos para ocultarse utilizados por los delincuentes. La última alerta expone la impresión de Andy Warhol, robada el 1 de noviembre de 2024 en una galería de arte de La Haya. Su desaparición ha despertado gran interés internacional debido al alto valor simbólico y económico de las obras de Warhol.
Otra pieza importante es una escultura de Isabelle Van Den Barch Van Hoornstede, sustraída el mismo día, también el 1 de noviembre, pero en Bruselas, desde un apartamento privado, y un caso que se asemeja al robo de las joyas de la corona francesa. Se trata del asalto en el Museo D’Annunzio Segreto, en Italia, donde fueron sustraídas casi 50 piezas de oro creadas por el escultor italiano Umberto Mastroianni, entre ellas collares, brazaletes, anillos y colgantes.
Y si de premios gordos hablamos, en julio de 2018 fueron robadas de la catedral de Strängnäs dos coronas funerarias del siglo XVII pertenecientes al rey Karl IX y a la reina Kristina de Suecia. Estas piezas de oro, decoradas con perlas y esmalte, formaron parte del tesoro real sueco y están registradas en la base de datos de Interpol como obras de arte robadas con un valor de casi seis millones de euros.
¿Qué hace la Interpol para recuperar esas obras?
La base de datos y los carteles de “Most Wanted” de INTERPOL permiten a fuerzas policiales, museos y casas de subastas identificar y seguir el rastro de estas obras, con la intención de dificultar que sean vendidas o exportadas ilegalmente. A través de herramientas como la app ID‑Art, se pueden cotejar imágenes y registrar objetos sospechosos, lo que aumenta las probabilidades de recuperación.
La base de datos de la Interpol recopila información sobre más 57.000 objetos robados o desaparecidos a lo largo de los años.
El robo de las joyas de la corona francesa exhibidas entre los pasillos del Louvre tiene a todos recordando las hazañas de Arsène Lupin, ese famoso personaje creado por el escritor francés Maurice Leblanc y que ha inspirado películas, comics y una serie en Netflix. Los cuatro atracadores profesionales irrumpieron en uno de los museos más protegidos del mundo para hacerse con un botín que los expertos estiman podría superar los 50 millones de euros.
Sin embargo, esta no es la primera vez que un robo de película le da la vuelta al mundo. Solo este mes, unos ladrones se llevaron porcelana por valor de 6 millones de euros de un museo de Limoges, según reporta la BBC, y La Policía Nacional española reportó la desaparición del cuadro de Picasso ‘Naturaleza muerta con guitarra’, asegurado por 600.000 euros, que debía viajar de Madrid a Granada para una exposición.
Como estos, hay más de 57.000 artículos de patrimonio cultural reportados ante la Policía Internacional (Interpol) como robados o desaparecidos, de ellos, al menos 723 corresponden a piezas españolas. Todos los objetos están recogidos en una base de datos considerada la referencia mundial en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
Dicha base de datos tiene como objetivo centralizar las denuncias sobre desapariciones de piezas de arte, arqueología, objetos religiosos y patrimonio histórico de cualquier parte del mundo, y se actualiza constantemente gracias a la colaboración entre policías nacionales, museos, casas de subastas, aduanas y organismos internacionales como la UNESCO o el ICOM.
Los objetos robados más buscados por la Interpol
Entre los objetos culturales más buscados del mundo se encuentran esculturas neolíticas, tapicerías históricas, manuscritos antiguos y reliquias arqueológicas sustraídas de museos o zonas de conflicto. Sin embargo, la importancia de las piezas no solo reside en su valor económico, sino en su relevancia histórica, ya que forman parte del patrimonio colectivo de la humanidad.
Todos los meses de junio y diciembre la Interpol destaca las obras de arte más buscadas y emite Notificaciones Moradas para alertar y compartir información sobre modus operandi, objetos y métodos para ocultarse utilizados por los delincuentes. La última alerta expone la impresión de Andy Warhol, robada el 1 de noviembre de 2024 en una galería de arte de La Haya. Su desaparición ha despertado gran interés internacional debido al alto valor simbólico y económico de las obras de Warhol.
Otra pieza importante es una escultura de Isabelle Van Den Barch Van Hoornstede, sustraída el mismo día, también el 1 de noviembre, pero en Bruselas, desde un apartamento privado, y un caso que se asemeja al robo de las joyas de la corona francesa. Se trata del asalto en el Museo D’Annunzio Segreto, en Italia, donde fueron sustraídas casi 50 piezas de oro creadas por el escultor italiano Umberto Mastroianni, entre ellas collares, brazaletes, anillos y colgantes.

Y si de premios gordos hablamos, en julio de 2018 fueron robadas de la catedral de Strängnäs dos coronas funerarias del siglo XVII pertenecientes al rey Karl IX y a la reina Kristina de Suecia. Estas piezas de oro, decoradas con perlas y esmalte, formaron parte del tesoro real sueco y están registradas en la base de datos de Interpol como obras de arte robadas con un valor de casi seis millones de euros.
¿Qué hace la Interpol para recuperar esas obras?
La base de datos y los carteles de “Most Wanted” de INTERPOL permiten a fuerzas policiales, museos y casas de subastas identificar y seguir el rastro de estas obras, con la intención de dificultar que sean vendidas o exportadas ilegalmente. A través de herramientas como la app ID‑Art, se pueden cotejar imágenes y registrar objetos sospechosos, lo que aumenta las probabilidades de recuperación.
20MINUTOS.ES – Internacional