El pasado domingo dos activistas de un colectivo vegetariano atacaban con pintura roja el cuadro Primer homenaje a Cristóbal Colón, de José Garnelo, que data de 1892, en el Museo Naval de Madrid, dañándolo seriamente.
La directora técnica del Museo Naval, Berta Gasca, explicaba poco después que todo el mundo se movilizó «desde el primer momento para ver cómo se podía arreglar», y lo hicieron «con el horror» de ver lo que había pasado al cuadro.
A pesar de la celeridad en la respuesta con una limpieza de urgencia para evitar que la pintura provocara más daños, la pintura ha quedado dañada y deberá ser restaurada completamente. En concreto, el barniz está perjudicado y se han introducido partículas de pigmento rojo en algunas zonas, además de haberse dañado el marco.
«El daño puede no haber sido mucho, pero requiere de una restauración completa porque el barniz va a haber que regenerarlo donde se ha quedado blanquecino a causa del agua, por eso hay brillos distintos», ha explicado Regina.
El equipo deberá ahora elaborar un informe sobre lo ocurrido y las personas implicadas, así como las técnicas y materiales utilizados en la intervención de urgencia para poner una denuncia y una reclamación y repercutir todo eso a las responsables del acto. Posteriormente, se acometerá un proyecto de restauración completa del cuadro, que antes del acto vandálico se encontraba en buen estado y muy bien conservado.
El ataque también ha dañado un cañón exhibido en el Museo Naval junto al cuadro, una vitrina que también está a su lado y el marco de otro cuadro adyacente.
Regina Zurdo, conservadora restauradora de bienes culturales del Museo Naval de Madrid, mostraba a la prensa cómo ha sido la limpieza urgente del cuadro sobre Cristóbal Colón. Ella y otras siete personas limpiaron el cuadro en pocas horas.
Zurdo ha explicado que, si bien la pintura empleada contenía un pigmento acuoso, eso no significa que éste sea «inocuo», ya que fue arrojada mucha cantidad de pintura que, al disolverse con agua, dañó capas de barniz, se coló por recovecos del lienzo y del marco e, incluso coloreó algunas zonas.
«Por donde caía caían churretes, se ve muy bien, por donde caía un goterón, a su paso por la obra, ha dañado el barniz», explicaba Zurdo, que mostraba que donde había faltantes o poros la pintura penetró.
«Es que lo mismo ha teñido la preparación original [la capa más profunda, por debajo de la pictórica] y no hay manera de sacarlo. Bueno, hay que seguir trabajando, pero por el momento no hemos podido ir más allá», hacía ver la conservadora restauradora.
«La mancha ha levantado algunas zonas en las que se ha perdido de la preparación», explicaba, mientras que hacía ver el barniz ha quedado también disparejo: «Al retirar las gotas hemos retirado también restos de polución, con lo cual ahora se queda la limpieza desigual», concluía sobre los daños, que obligarán a una restauración integral de la obra, que tiene un formato de seis metros de ancho por tres de alto.
El cuadro de Colón atacado con pintura por activistas en el Museo Naval tiene daños más graves de lo que se pensaba
El pasado domingo dos activistas de un colectivo vegetariano atacaban con pintura roja el cuadro Primer homenaje a Cristóbal Colón, de José Garnelo, que data de 1892, en el Museo Naval de Madrid, dañándolo seriamente.
La directora técnica del Museo Naval, Berta Gasca, explicaba poco después que todo el mundo se movilizó «desde el primer momento para ver cómo se podía arreglar», y lo hicieron «con el horror» de ver lo que había pasado al cuadro.
A pesar de la celeridad en la respuesta con una limpieza de urgencia para evitar que la pintura provocara más daños, la pintura ha quedado dañada y deberá ser restaurada completamente. En concreto, el barniz está perjudicado y se han introducido partículas de pigmento rojo en algunas zonas, además de haberse dañado el marco.
«El daño puede no haber sido mucho, pero requiere de una restauración completa porque el barniz va a haber que regenerarlo donde se ha quedado blanquecino a causa del agua, por eso hay brillos distintos», ha explicado Regina.
El equipo deberá ahora elaborar un informe sobre lo ocurrido y las personas implicadas, así como las técnicas y materiales utilizados en la intervención de urgencia para poner una denuncia y una reclamación y repercutir todo eso a las responsables del acto. Posteriormente, se acometerá un proyecto de restauración completa del cuadro, que antes del acto vandálico se encontraba en buen estado y muy bien conservado.
El ataque también ha dañado un cañón exhibido en el Museo Naval junto al cuadro, una vitrina que también está a su lado y el marco de otro cuadro adyacente.
Regina Zurdo, conservadora restauradora de bienes culturales del Museo Naval de Madrid, mostraba a la prensa cómo ha sido la limpieza urgente del cuadro sobre Cristóbal Colón. Ella y otras siete personas limpiaron el cuadro en pocas horas.
Zurdo ha explicado que, si bien la pintura empleada contenía un pigmento acuoso, eso no significa que éste sea «inocuo», ya que fue arrojada mucha cantidad de pintura que, al disolverse con agua, dañó capas de barniz, se coló por recovecos del lienzo y del marco e, incluso coloreó algunas zonas.
«Por donde caía caían churretes, se ve muy bien, por donde caía un goterón, a su paso por la obra, ha dañado el barniz», explicaba Zurdo, que mostraba que donde había faltantes o poros la pintura penetró.
«Es que lo mismo ha teñido la preparación original [la capa más profunda, por debajo de la pictórica] y no hay manera de sacarlo. Bueno, hay que seguir trabajando, pero por el momento no hemos podido ir más allá», hacía ver la conservadora restauradora.
«La mancha ha levantado algunas zonas en las que se ha perdido de la preparación», explicaba, mientras que hacía ver el barniz ha quedado también disparejo: «Al retirar las gotas hemos retirado también restos de polución, con lo cual ahora se queda la limpieza desigual», concluía sobre los daños, que obligarán a una restauración integral de la obra, que tiene un formato de seis metros de ancho por tres de alto.
20MINUTOS.ES – Cultura