El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha abandonado este martes su domicilio en el distrito XVI de París acompañado de su esposa, Carla Bruni, para dirigirse a la prisión de La Santé, donde comenzará a cumplir una condena de cinco años de cárcel por corrupción y financiación ilegal. Las imágenes muestran a la pareja caminando de la mano, en silencio, tras despedirse de su vivienda rumbo a la cárcel.
Bruni, vestida de negro y con semblante serio, permaneció a su lado en todo momento, sin realizar declaraciones, hasta el abrazo antes de que Sarkozy se apeara al coche oficial que le transportó a la prisión. La artista había publicado horas antes en redes sociales un mensaje de apoyo a su marido, acompañado de la canción Les séparés, en el que evocaba el dolor de la distancia y el silencio de la ausencia.
Sarkozy, de 70 años, fue condenado por haber recibido fondos del régimen libio de Muamar el Gadafi para financiar su campaña presidencial de 2007. Tras varios recursos fallidos, la justicia francesa ordenó su ingreso inmediato en prisión. El exmandatario cumplirá la pena en una celda individual de nueve metros cuadrados en la cárcel de La Santé, bajo medidas especiales de seguridad dada su edad y notoriedad.
La salida del matrimonio fue seguida por decenas de curiosos y simpatizantes; algunos incluso aplaudieron discretamente al expresidente. En su breve gesto de despedida, y tras el emotivo abrazo que compartió con su mujer, Sarkozy levantó la mano derecha y sonrió levemente antes de subirse al vehículo oficial que lo trasladó al centro penitenciario, escoltado por numerosas motos policiales.
Bruni, vestida de negro y con semblante serio, caminó de la mano de su marido en todo momento, sin realizar declaraciones.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha abandonado este martes su domicilio en el distrito XVI de París acompañado de su esposa, Carla Bruni, para dirigirse a la prisión de La Santé, donde comenzará a cumplir una condena de cinco años de cárcel por corrupción y financiación ilegal. Las imágenes muestran a la pareja caminando de la mano, en silencio, tras despedirse de su vivienda rumbo a la cárcel.
Bruni, vestida de negro y con semblante serio, permaneció a su lado en todo momento, sin realizar declaraciones, hasta el abrazo antes de que Sarkozy se apeara al coche oficial que le transportó a la prisión. La artista había publicado horas antes en redes sociales un mensaje de apoyo a su marido, acompañado de la canción Les séparés, en el que evocaba el dolor de la distancia y el silencio de la ausencia.
Sarkozy, de 70 años, fue condenado por haber recibido fondos del régimen libio de Muamar el Gadafi para financiar su campaña presidencial de 2007. Tras varios recursos fallidos, la justicia francesa ordenó su ingreso inmediato en prisión. El exmandatario cumplirá la pena en una celda individual de nueve metros cuadrados en la cárcel de La Santé, bajo medidas especiales de seguridad dada su edad y notoriedad.
La salida del matrimonio fue seguida por decenas de curiosos y simpatizantes; algunos incluso aplaudieron discretamente al expresidente. En su breve gesto de despedida, y tras el emotivo abrazo que compartió con su mujer, Sarkozy levantó la mano derecha y sonrió levemente antes de subirse al vehículo oficial que lo trasladó al centro penitenciario, escoltado por numerosas motos policiales.
20MINUTOS.ES – Internacional