<p>El planeta ha superado el primero de los nueve «puntos de inflexión» que pueden causar un efecto dominó y agravar el impacto del cambio climático, según las conclusiones del informe <a href=»https://global-tipping-points.org/» target=»_blank» rel=»nofollow»><i><strong>Global Tipping Points</strong></i></a> en el que han participado 163 científicos de 23 países. <strong>La mortalidad de los corales en aguas cálidas</strong>, con el blanqueamiento de los arrecifes nivel global, es ese primer punto de inflexión al que podrían seguir otros, como la regresión de la selva amazónica o la alteración de las corrientes del Atlántico, estimados como muy probables por los expertos en un escenario de aumento global de las temperaturas entre 1,5 y 2 grados.</p>
El último informe ‘Global Tipping Points’ alerta de que el planeta ya ha superado el primer «punto de inflexión» del cambio climático: «Es una tragedia para la naturaleza y para la gente que depende de ella para su alimentación y para su sustento»
El planeta ha superado el primero de los nueve «puntos de inflexión» que pueden causar un efecto dominó y agravar el impacto del cambio climático, según las conclusiones del informe Global Tipping Points en el que han participado 163 científicos de 23 países. La mortalidad de los corales en aguas cálidas, con el blanqueamiento de los arrecifes nivel global, es ese primer punto de inflexión al que podrían seguir otros, como la regresión de la selva amazónica o la alteración de las corrientes del Atlántico, estimados como muy probables por los expertos en un escenario de aumento global de las temperaturas entre 1,5 y 2 grados.
El hielo marino en el Ártico, la capa de hielo el Groenlandia, el estado de los bosques boreales, el derretimiento del permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada en regiones frías), la capa de hielo del Antártico y la superficie helada en la Antártida Oriental son otros de los «puntos de inflexión» que, según los expertos, podrían retroalimentarse y acelerar el calentamiento del planeta.
«El mundo tiene que hacer frente a esta nueva realidad», advirtió Tim Lenton, al frente del Global Systems Institute de la Universidad de Exeter y coautor del informe. «Nos estamos aproximando rápidamente a un punto de inflexión múltiple que puede transformar el planeta, con efectos devastadores sobre las poblaciones y la naturaleza».
La «muerte regresiva» de los corales en aguas templadas puede tener un impacto en las vidas de cerca de mil millones de habitantes y de una cuarta parte de las especies, según el informe. «Algunos santuarios pueden sobrevivir y deben ser protegidos a toda costa», alertan los expertos, que advierten, sin embargo, del impacto que puede tener a medio plazo en la biodiversidad de los océanos.
«Corremos también el riesgo de perder la selva amazónica y las capas de hielo y de alterar las corrientes en los océanos»
Mike Barrett, asesor científico de WWF en Reino Unido
Ante la evidencia acumulada el último año, los científicos consideran que el «punto de inflexión» de los corales se ha producido al superar el listón del aumento de las temperaturas de 1,2 grados con respecto a la era industrial. En 2024, el año más caluroso registrado hasta la fecha, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) lanzó la alerta global ante el blanqueamiento de los corales en 54 países, de la Gran Barrera coralina de Australia a los arrecifes de Florida y el Caribe.
«El hecho de que los corales hayan sobrepasado su punto de inflexión es una tragedia para la naturaleza y para la gente que depende de ellos para su alimentación y para su sustento», declaró Mike Barrett, asesor científico de WWF en Reino Unido, también coautor del informe. «Esta situación tan severa debe servirnos como llamada de atención, porque corremos también el riesgo de perder la selva amazónica y las capas de hielo y de alterar las corrientes en los océanos».
«Estamos hablando de un escenario catastrófico para la humanidad, y es vital que las negociaciones de la COP30 reconozcan la gravedad de la situación», agregó Mike Barrett. «Las soluciones están a nuestro alcance. Lo que hace falta es valentía política y liderazgo para trabajar juntos».
El informe Global Tipping Points alerta sobre el efecto en cascada que podría producirse si otros «puntos de inflexión» considerados ya como «activos» llegan a sobrepasarse. La regresión de la Amazonia podría convertir la selva tropical más extensa el mundo en una sabana seca y degradada. La alteración de las corrientes del Atlántico Norte podría intensificar los fenómenos de clima extremo en Europa. Se estima que el derretimiento de la capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental causarían un aumento del nivel del mar de hasta siete metros. El deshielo de la capa permafrost en las regiones árticas supondría la liberación de gigatoneladas de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2, lo que contribuiría aún a un mayor calentamiento.
Como contrapunto, el informe pone sobre la mesa la necesidad de acelerar los «puntos de inflexión positivos», como la implantación de las energías renovables, para frenar el sobrecalentamiento del planeta. El informe se ha hecho público coincidiendo con el sorpasso histórico a escala global de las renovables sobre el carbón para la producción de electricidad, gracias sobre todo a su implantación en China y en los países en desarrollo.
El presidente de la COP30 de Brasil, André Corrêa do Lago, dio la bienvenida al informe y lo calificó como «una sobria evidencia de que la humanidad puede elegir aún cambiar y evolucionar hacia un futuro más seguro, próspero y equitativo». Corrêa do Lago se comprometió a incorporar los así llamados «puntos de inflexión positivos» dentro de la agenda ‘Global Mutirao’ (Acción Colectiva) de movilización y soluciones ante la crisis climática, en la cumbre que se celebra precisamente en la desembocadura del Amazonas (Belém).
Los autores del informe no ocultan, sin embargo, su preocupación ante la inestabilidad política, las guerras y las crisis humanitarias en todo el planeta, así como las decisiones que están sirviendo para ralentizar la acción climática e incluso «desmantelar las instituciones y los instrumentos que sirven para monitorizar el clima».
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