La presidenta de Louvre, Laurence des Cars, ha reconocido este miércoles que no se detectó con la rapidez suficiente la llegada de los ladrones que robaron ocho joyas de un valor patrimonial «incalculable». Según ha explicado en una comparecencia ante una comisión del Senado francés, el dispositivo de cámaras de protección exterior es insuficiente, por lo que ha pedido instalar una comisaría de Policía en el interior del museo para mejorar la seguridad. «Se nos ha infligido una herida inmensa», ha lamentado.
«No detectamos la llegada de los ladrones con suficiente antelación «, ha admitido Des Cars. «Hasta la fecha, no hay cámaras perimetrales, hay algunas, pero están en desuso«, ha añadido, al explicar que los dispositivos no cubren todas las fachadas. En este sentido, en el lado de la Galería Apolo, la única cámara está orientada al oeste y, por lo tanto, no cubre el balcón por el que entraron los ladrones gracias a un montacargas que llevaron en una camioneta, que pudo aparcar en el flanco sur del museo haciéndose pasar por unos operarios.
Durante su comparecencia, la directora del Louvre ha pedido al Ministerio del Interior instalar una comisaría dentro del museo, algo que permitiría una intervención más rápida en casos como el del domingo, cuando toda la operación se desarrolló en siete minutos. «Nuestro museo recibe 30.000 visitantes al día y 2.300 personas trabajan allí a diario. Es una ciudad dentro de la ciudad que ya alberga un destacamento de la 43.ª compañía de bomberos de París», ha argumentado.
No obstante, ha defendido que los dispositivos de seguridad existentes funcionaron correctamente ante el robo, empezando por las alarmas, y que el personal actuó de acuerdo con los protocolos. Sin embargo, ha apuntado a la obsolescencia de los equipos del Louvre, ante lo que ha sugerido «adaptar» el sistema de seguridad a un «nuevo tipo de ataque y nuevos métodos de operación».
«Tenemos una infraestructura envejecida que no nos permite incorporar equipos modernos de última generación, sobre todo en materia de vídeo y detección, en una infraestructura que simplemente no los soporta», ha continuado. Des Cars ha insistido en que no quiere que se piense que el robo era algo inevitable y que desde que asumió el cargo en 2021 ha llamado la atención sobre «el estado de deterioro y de obsolescencia general del Louvre, de sus edificios y de sus infraestructuras», algo que había señalado ante la Asamblea Nacional en 2024.
Así, ha recordado que entre 2022 y 2024 solicitó unas auditorías para evaluar las condiciones de seguridad, que dieron lugar a un plan que se tradujo en licitaciones para unas obras que, con los plazos de la Administración se van a traducir en obras desde el primer semestre de 2026 por un monto de 80 millones de euros.
Des Cars apunta a una «infraestructura envejecida» y defiende la necesidad de adaptar el sistema de seguridad.
La presidenta de Louvre, Laurence des Cars, ha reconocido este miércoles que no se detectó con la rapidez suficiente la llegada de los ladrones que robaron ocho joyas de un valor patrimonial «incalculable». Según ha explicado en una comparecencia ante una comisión del Senado francés, el dispositivo de cámaras de protección exterior es insuficiente, por lo que ha pedido instalar una comisaría de Policía en el interior del museo para mejorar la seguridad. «Se nos ha infligido una herida inmensa», ha lamentado.
«No detectamos la llegada de los ladrones con suficiente antelación «, ha admitido Des Cars. «Hasta la fecha, no hay cámaras perimetrales, hay algunas, pero están en desuso«, ha añadido, al explicar que los dispositivos no cubren todas las fachadas. En este sentido, en el lado de la Galería Apolo, la única cámara está orientada al oeste y, por lo tanto, no cubre el balcón por el que entraron los ladrones gracias a un montacargas que llevaron en una camioneta, que pudo aparcar en el flanco sur del museo haciéndose pasar por unos operarios.
Durante su comparecencia, la directora del Louvre ha pedido al Ministerio del Interior instalar una comisaría dentro del museo, algo que permitiría una intervención más rápida en casos como el del domingo, cuando toda la operación se desarrolló en siete minutos. «Nuestro museo recibe 30.000 visitantes al día y 2.300 personas trabajan allí a diario. Es una ciudad dentro de la ciudad que ya alberga un destacamento de la 43.ª compañía de bomberos de París», ha argumentado.
No obstante, ha defendido que los dispositivos de seguridad existentes funcionaron correctamente ante el robo, empezando por las alarmas, y que el personal actuó de acuerdo con los protocolos. Sin embargo, ha apuntado a la obsolescencia de los equipos del Louvre, ante lo que ha sugerido «adaptar» el sistema de seguridad a un «nuevo tipo de ataque y nuevos métodos de operación».
«Tenemos una infraestructura envejecida que no nos permite incorporar equipos modernos de última generación, sobre todo en materia de vídeo y detección, en una infraestructura que simplemente no los soporta», ha continuado. Des Cars ha insistido en que no quiere que se piense que el robo era algo inevitable y que desde que asumió el cargo en 2021 ha llamado la atención sobre «el estado de deterioro y de obsolescencia general del Louvre, de sus edificios y de sus infraestructuras», algo que había señalado ante la Asamblea Nacional en 2024.
Así, ha recordado que entre 2022 y 2024 solicitó unas auditorías para evaluar las condiciones de seguridad, que dieron lugar a un plan que se tradujo en licitaciones para unas obras que, con los plazos de la Administración se van a traducir en obras desde el primer semestre de 2026 por un monto de 80 millones de euros.
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