Lali Espósito convirtió La Riviera en una auténtica fiesta para poner el broche final a la parte europea de su gira. La argentina llevó a cabo un espectáculo magnético, dividido en varios actos donde el baile y los cambios de vestuario fueron los protagonistas.
Entre el público, gente con camisetas y banderas de Argentina y rostros pintados con símbolos de su último disco aplaudían y cantaban en todo momento, pero sobre todo cuando la cantante irrumpió en el escenario al ritmo de Lokura. A partir de ahí, todo fue una sucesión de momentos explosivos con temas como Sexy, 2 son 3 o N5.
Cada acto representaba una faceta distinta de la artista, desde la reflexión de Obsesión hasta el empoderamiento de Diva o la emoción de 33. La parte más sentimental del show llegó de la mano de Boomerang, Perdedor y Ego, donde la artista dejó a un lado los artificios para mostrar su voz en estado puro.
Por otro lado, Lali cambió de vestuario en varias ocasiones, pasando de la estética rockera a trajes más sofisticados sin dejar de sorprender a su público en ningún momento. De hecho, en uno de los momentos más simbólicos, apareció en el escenario con la camiseta de la selección argentina y transformó el recinto en una pista de baile con 1Amor y Mejor que vos.
Entre luces multicolor y mensajes de inclusión, la artista hizo un guiño al colectivo LGTBIQ+ con Soy, invitando al escenario a dos fans. Finalmente, la noche concluyó con energía gracias a temas como Disciplina, Plástico y No me importa, sellando un concierto redondo con el que la cantante demostró que su talento y carisma traspasan fronteras. Entre aplausos, Espósito se despidió de Madrid prometiendo volver pronto.
La artista despidió la etapa europea de su ‘tour’ con un ‘show’ dividido en actos que conquistó Madrid.
Lali Espósito convirtió La Riviera en una auténtica fiesta para poner el broche final a la parte europea de su gira. La argentina llevó a cabo un espectáculo magnético, dividido en varios actos donde el baile y los cambios de vestuario fueron los protagonistas.
Entre el público, gente con camisetas y banderas de Argentina y rostros pintados con símbolos de su último disco aplaudían y cantaban en todo momento, pero sobre todo cuando la cantante irrumpió en el escenario al ritmo de Lokura. A partir de ahí, todo fue una sucesión de momentos explosivos con temas como Sexy, 2 son 3 o N5.
Cada acto representaba una faceta distinta de la artista, desde la reflexión de Obsesión hasta el empoderamiento de Diva o la emoción de 33. La parte más sentimental del show llegó de la mano de Boomerang, Perdedor y Ego, donde la artista dejó a un lado los artificios para mostrar su voz en estado puro.
Por otro lado, Lali cambió de vestuario en varias ocasiones, pasando de la estética rockera a trajes más sofisticados sin dejar de sorprender a su público en ningún momento. De hecho, en uno de los momentos más simbólicos, apareció en el escenario con la camiseta de la selección argentina y transformó el recinto en una pista de baile con 1Amor y Mejor que vos.
Entre luces multicolor y mensajes de inclusión, la artista hizo un guiño al colectivo LGTBIQ+ con Soy, invitando al escenario a dos fans. Finalmente, la noche concluyó con energía gracias a temas como Disciplina, Plástico y No me importa, sellando un concierto redondo con el que la cantante demostró que su talento y carisma traspasan fronteras. Entre aplausos, Espósito se despidió de Madrid prometiendo volver pronto.
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