El Molino Santa Rosa celebró su centenario con un festejo del que participaron autoridades departamentales y nacionales, el lanzamiento de un libro y una nueva edición de la Fiesta del Pan y el Vino. Enclavado en las márgenes de la localidad, el Molino Santa Rosa se distingue desde lejos por su alta estructura de ladrillos y sus enormes silos y en la memoria colectiva como un ejemplo de cooperación y resiliencia por parte de los trabajadores. El intendente de Canelones, Francisco Legnani, lo definió como “un patrimonio que el departamento exhibe con orgullo”. Los orígenes del molino van de la mano con la historia productiva de Canelones. Surgido en la época en la que el departamento era conocido como el “granero del país”, el entonces llamado Establecimiento Santa Rosa se convirtió en un punto neurálgico de producción, empleo y desarrollo de la zona. Su historia no ha sido ajena a los vaivenes socioeconómicos del país y, sin dudas, la creación de la Cooperativa de Trabajadores del Molino Santa Rosa, en 1999, es un hito que lo ha situado como ejemplo a nivel nacional y regional.
De sus 100 años de historia, el último cuarto de siglo ha estado signado por la autogestión que los trabajadores han venido desarrollando en todos los aspectos que hacen al molino. Legnani destacó que “la autogestión implica asumir desafíos y responsabilidades que, siendo un trabajador en relación de dependencia, no se tenían”. Valoró el esfuerzo y el legado de quienes decidieron emprender la cooperativa “para que hoy podamos estar festejando 100 años del molino”.El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, también participó del aniversario, haciendo hincapié en los lazos que el molino tiene con la comunidad de Santa Rosa: “acá hubo un colectivo de trabajadores y un pueblo que estuvieron acompañando el proceso, lo que habla de la posibilidad real y concreta de que cuando se le pone corazón, pienso, colectivo, cooperativismo y solidaridad se pueden sacar las cosas adelante”.
El centenario del molino coincide con el que fuera declarado el Año Internacional de las Cooperativas por la Organización de Naciones Unidas (ONU). La presidenta del Instituto Nacional de Cooperativismo (INACOOP), Graciela Fernández, presente en la actividad, adelantó que la Cooperativa de Trabajadores del Molino Santa Rosa será una de las representantes de Uruguay en las celebraciones de ONU a nivel regional. El aniversario fue acompañado por el lanzamiento del libro Raíces comunes, sueños compartidos, que busca recopilar la historia del molino pero sobre todo la experiencia de autogestión de sus trabajadores. Sumido en una profunda emoción, el actual presidente de la cooperativa, Juan Carlos Vidal, explicó que buscaron generar “una memoria colectiva de lo que hemos vivido en estos 26 años”, y definió al molino como “una familia muy grande”. La jornada estuvo acompañada por una nueva edición de la Fiesta del Pan y el Vino, en la explanada del molino, donde vecinos y vecinas acompañaron a artistas locales y nacionales que llenaron de música la nochecita. Foto IMC
El Molino Santa Rosa celebró su centenario con un festejo del que participaron autoridades departamentales…

El Molino Santa Rosa celebró su centenario con un festejo del que participaron autoridades departamentales y nacionales, el lanzamiento de un libro y una nueva edición de la Fiesta del Pan y el Vino. Enclavado en las márgenes de la localidad, el Molino Santa Rosa se distingue desde lejos por su alta estructura de ladrillos y sus enormes silos y en la memoria colectiva como un ejemplo de cooperación y resiliencia por parte de los trabajadores. El intendente de Canelones, Francisco Legnani, lo definió como “un patrimonio que el departamento exhibe con orgullo”. Los orígenes del molino van de la mano con la historia productiva de Canelones. Surgido en la época en la que el departamento era conocido como el “granero del país”, el entonces llamado Establecimiento Santa Rosa se convirtió en un punto neurálgico de producción, empleo y desarrollo de la zona. Su historia no ha sido ajena a los vaivenes socioeconómicos del país y, sin dudas, la creación de la Cooperativa de Trabajadores del Molino Santa Rosa, en 1999, es un hito que lo ha situado como ejemplo a nivel nacional y regional.
De sus 100 años de historia, el último cuarto de siglo ha estado signado por la autogestión que los trabajadores han venido desarrollando en todos los aspectos que hacen al molino. Legnani destacó que “la autogestión implica asumir desafíos y responsabilidades que, siendo un trabajador en relación de dependencia, no se tenían”. Valoró el esfuerzo y el legado de quienes decidieron emprender la cooperativa “para que hoy podamos estar festejando 100 años del molino”.El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, también participó del aniversario, haciendo hincapié en los lazos que el molino tiene con la comunidad de Santa Rosa: “acá hubo un colectivo de trabajadores y un pueblo que estuvieron acompañando el proceso, lo que habla de la posibilidad real y concreta de que cuando se le pone corazón, pienso, colectivo, cooperativismo y solidaridad se pueden sacar las cosas adelante”.
El centenario del molino coincide con el que fuera declarado el Año Internacional de las Cooperativas por la Organización de Naciones Unidas (ONU). La presidenta del Instituto Nacional de Cooperativismo (INACOOP), Graciela Fernández, presente en la actividad, adelantó que la Cooperativa de Trabajadores del Molino Santa Rosa será una de las representantes de Uruguay en las celebraciones de ONU a nivel regional. El aniversario fue acompañado por el lanzamiento del libro Raíces comunes, sueños compartidos, que busca recopilar la historia del molino pero sobre todo la experiencia de autogestión de sus trabajadores. Sumido en una profunda emoción, el actual presidente de la cooperativa, Juan Carlos Vidal, explicó que buscaron generar “una memoria colectiva de lo que hemos vivido en estos 26 años”, y definió al molino como “una familia muy grande”. La jornada estuvo acompañada por una nueva edición de la Fiesta del Pan y el Vino, en la explanada del molino, donde vecinos y vecinas acompañaron a artistas locales y nacionales que llenaron de música la nochecita. Foto IMC
DEPARTAMENTAL – Diario Tiempo