A través de mi perfil @curiosisimo_ en la red social Instagram, me preguntan si ‘correlación’ y ‘causalidad’ son lo mismo, qué relación guardan y cómo distinguir cuándo una implica a la otra.
Hay que tener claro que el hecho de que dos cosas vayan de la mano no tiene por qué significar que una lleve a la otra.
Correlación quiere decir que dos variables se mueven juntas o coinciden en el tiempo y eso puede pasar por azar o por una causa común. Por ejemplo, si durante el verano suben las ventas de helados y también aumentan las quemaduras solares, nadie serio dirá que el helado quema la piel, lo razonable es pensar en el calor estival como factor compartido.
Causalidad, en cambio, implica que un fenómeno provoca directamente otro. Por ejemplo, fumar eleva el riesgo de cáncer de pulmón porque existe un mecanismo biológico sólido y una evidencia acumulada que lo demuestra.
Para hablar de causa hace falta bastante más que una coincidencia llamativa. Primero, la supuesta causa debe ocurrir antes que el efecto y, cuando tenga sentido, al aumentar la causa debería aumentar también el efecto. Además, conviene saber el ‘cómo’ con una explicación razonable y comprobarlo con buenas pruebas, comparando grupos similares, realizando ensayos cuando es posible o siguiendo a las personas durante un tiempo, y sobre todo repitiendo el estudio en otros lugares y momentos para ver si el resultado se mantiene, porque un único hallazgo puede ser simple azar.
Que dos cosas vayan de la mano no significa que una cause la otra.

Que dos cosas vayan de la mano no significa que una cause la otra.
A través de mi perfil @curiosisimo_ en la red social Instagram, me preguntan si ‘correlación’ y ‘causalidad’ son lo mismo, qué relación guardan y cómo distinguir cuándo una implica a la otra.
Hay que tener claro que el hecho de que dos cosas vayan de la mano no tiene por qué significar que una lleve a la otra.
Correlación quiere decir que dos variables se mueven juntas o coinciden en el tiempo y eso puede pasar por azar o por una causa común. Por ejemplo, si durante el verano suben las ventas de helados y también aumentan las quemaduras solares, nadie serio dirá que el helado quema la piel, lo razonable es pensar en el calor estival como factor compartido.
Causalidad, en cambio, implica que un fenómeno provoca directamente otro. Por ejemplo, fumar eleva el riesgo de cáncer de pulmón porque existe un mecanismo biológico sólido y una evidencia acumulada que lo demuestra.
Para hablar de causa hace falta bastante más que una coincidencia llamativa. Primero, la supuesta causa debe ocurrir antes que el efecto y, cuando tenga sentido, al aumentar la causa debería aumentar también el efecto. Además, conviene saber el ‘cómo’ con una explicación razonable y comprobarlo con buenas pruebas, comparando grupos similares, realizando ensayos cuando es posible o siguiendo a las personas durante un tiempo, y sobre todo repitiendo el estudio en otros lugares y momentos para ver si el resultado se mantiene, porque un único hallazgo puede ser simple azar.
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