<p>Investigadoras del <strong>Institut de Diagnosi Ambiental i Estudis de l’Aigua (IDAEA-CSIC)</strong> han detectado «una amplia gama» de aditivos plásticos en productos menstruales de un solo uso (como compresas, salvaslips y tampones) y reutilizables (como copas, ropa interior menstrual y compresas de tela).</p>
Las mayores concentraciones se encontraron en compresas reutilizables, compresas de un solo uso, salvaslips y ropa interior menstrual, y las menores se encontraron en copas menstruales y tampones
Investigadoras del Institut de Diagnosi Ambiental i Estudis de l’Aigua (IDAEA-CSIC) han detectado «una amplia gama» de aditivos plásticos en productos menstruales de un solo uso (como compresas, salvaslips y tampones) y reutilizables (como copas, ropa interior menstrual y compresas de tela).
El estudio evalúa la exposición a estos contaminantes a través de la piel por usar estos productos y el impacto medioambiental cauando se convierten en residuos o se lavan para reutilizar, informa la Delegación del CSIC en Catalunya en un comunicado este miércoles.
Además de los ftalatos –plastificantes ya regulados en la UE– se han investigado «por primera vez en productos menstruales» otras dos familias de plastificantes: los ésteres organofosforados, que también pueden actuar como disruptores endocrinos, y los plastificantes alternativos, para los que falta información sobre posibles propiedades tóxicas.
Los resultados, publicados en la revista ‘Environmental Science and Technology’, constatan aditivos plásticos en los 41 productos menstruales analizados, y las mayores concentraciones totales se encontraron en compresas reutilizables, seguidas de compresas de un solo uso, salvaslips y ropa interior menstrual, y las menores se encontraron en copas menstruales y tampones.
Los plastificantes alternativos fueron los aditivos dominantes en los productos desechables, lo que refleja su uso extendido para evitar la aplicación de plastificantes convencionales que están regulados o considerados de preocupación para la salud humana, aunque estudios recientes sugieren que estos compuestos alternativos tampoco estarían exentos de riesgos toxicológicos.
Las investigadoras subrayan que la presencia de estos compuestos en todos los productos analizados es «relevante» desde la perspectiva de la exposición humana: estudios preliminares con otros productos de consumo han reflejado que la cantidad de plastificantes que pueden transferirse a la piel por contacto dérmico puede variar entre el 6 y 97% dependiendo del plastificante y del material.
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