Ursula von der Leyen ha vuelto a superar otras dos mociones de censura, como ya hiciera con otra el pasado verano, y conserva el apoyo del bloque centrista del Parlamento Europeo. No han prosperado por tanto las mociones presentadas por la Izquierda y el grupo Patriotas que fueron debatidas el pasado lunes. En la primera se dieron 179 votos a favor, 378 en contra y 37 abstenciones. En la segunda, por otro lado, hubo 133 síes, 383 noes y 78 abstenciones.
Esto tiene que ver con que el grupo de derecha radical sí se abrió a votar a favor de la moción presentada por la Izquierda, pero esa situación no se dio en el otro sentido: en total, votaron en ambas mociones 594 eurodiputados. Si se hace la proporción, Von der Leyen logró casi un 63,6% de apoyo de los votos emitidos en la primera moción y un 64,4% en la segunda de ellas.
Se trata, en general, de un apoyo similar al que tuvo en la moción presentada en julio. Entonces de todos los votos emitidos el 65% de los mismos sirvió para apoyar a la germana, una cifra superior al apoyo que logró (56% aproximadamente) en estos términos relativos cuando tuvo que ser investida en julio del año pasado para iniciar su segundo mandato.
En su defensa ante este nuevo órdago, Von der Leyen ya fue rotunda el lunes. En su mensaje, corto y más conciso que otros, volvió a llamar a la «unidad», y reiteró que estas propuestas ‘alimentan’ a los enemigos de Europa. «Intentan que bajemos la guardia mientras nos enfrentamos unos a otros, debilitando nuestra resolución y nuestra resiliencia. Esa es una trampa, y no podemos caer en ella», avisó, en referencia a la Rusia de Putin desde el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
En su defensa, Von der Leyen expuso que es el momento de centrarse «en lo importante» para los ciudadanos. «El mundo se encuentra en el estado más precario y peligroso que ha vivido en décadas, y Europa está en máxima alerta. Desde incursiones desesperadas en nuestro espacio aéreo hasta intentos de coerción económica, desde ataques despiadados en Ucrania hasta amenazas directas a nuestra seguridad. Europa está amenazada desde el este, desafiada desde dentro, y observada de cerca por el sur global en todo lo que hagamos», resumió la alemana. «Estamos viviendo un período de máxima incertidumbre y volatilidad explosiva», añadió.
«El mensaje más fuerte que podemos enviar en respuesta es el de la unidad. No importa si estamos trabajando en nuestra capacidad de defensa, en reforzar nuestro escudo democrático, en aumentar nuestra competitividad o en crear empleos de calidad en la economía moderna: en eso debemos centrarnos», añadió una presidenta de la Comisión algo comedida y que recordó las incursiones de drones rusos en el flanco oriental o las palabras recientes de Vladimir Putin.
En ese punto trató de tender la mano a los grupos políticos de la Cámara. «Sé que están genuinamente preocupados por algunos de los temas mencionados en esta moción: Gaza, Ucrania, comercio o nuestras relaciones con Estados Unidos. Sé que esas preocupaciones son legítimas. También sé que hay inquietudes con respecto a nuestra seguridad económica: las dependencias, el costo de la vida, la burocracia, la seguridad alimentaria, el cambio climático y cómo proteger nuestras democracias y sociedades», asumió la dirigente germana. «Por eso quiero renovar mi compromiso y pedir que esta Comisión trabaje con ustedes, de cualquier manera necesaria, para encontrar respuestas conjuntas. Creo que es una responsabilidad compartida que todos tenemos en este momento tan peligroso de la historia», terminó. Con todo, su gestión seguirá bajo la lupa.
No han prosperado las mociones presentadas por la Izquierda y el grupo Patriotas.
Ursula von der Leyen ha vuelto a superar otras dos mociones de censura, como ya hiciera con otra el pasado verano, y conserva el apoyo del bloque centrista del Parlamento Europeo. No han prosperado por tanto las mociones presentadas por la Izquierda y el grupo Patriotas que fueron debatidas el pasado lunes. En la primera se dieron 179 votos a favor, 378 en contra y 37 abstenciones. En la segunda, por otro lado, hubo 133 síes, 383 noes y 78 abstenciones.
En total, votaron en ambas mociones 594 eurodiputados. Si se hace la proporción, Von der Leyen logró casi un 63,6% de apoyo de los votos emitidos en la primera moción y un 64,4% en la segunda de ellas.
Se trata, en general, de un apoyo similar al que tuvo en la moción presentada en julio. Entonces de todos los votos emitidos el 65% de los mismos sirvió para apoyar a la germana, una cifra superior al apoyo que logró (56% aproximadamente) en estos términos relativos cuando tuvo que ser investida en julio del año pasado para iniciar su segundo mandato.
En general, la dirigente alemana ha contado con el apoyo de populares, socialistas, liberales y verdes. En clave española, PP y PSOE han sostenido a la presidenta de la Comisión, en contra de las dos mociones, igual que el PNV. Vox, que forma parte de Patriotas, sí ha censurado a Von der Leyen, pero solo en su moción. «Nosotros votamos que no, otros votaron que sí. Ursula von der Leyen nunca debió presidir la Comisión Europea, y mucho menos traer una Comisión en la que está Teresa Ribera. Hoy PP y PSOE vuelven a votar juntos para sostener este modelo fallido», se lamentó el líder de Vox en la Eurocámara, Jorge Buxadé, que insistió en que la jefa del Ejecutivo comunitario «debe irse».
En su defensa ante este nuevo órdago, Von der Leyen ya fue rotunda el lunes. En su mensaje, corto y más conciso que otros, volvió a llamar a la «unidad», y reiteró que estas propuestas ‘alimentan’ a los enemigos de Europa. «Intentan que bajemos la guardia mientras nos enfrentamos unos a otros, debilitando nuestra resolución y nuestra resiliencia. Esa es una trampa, y no podemos caer en ella», avisó, en referencia a la Rusia de Putin desde el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
En su defensa, Von der Leyen expuso que es el momento de centrarse «en lo importante» para los ciudadanos. «El mundo se encuentra en el estado más precario y peligroso que ha vivido en décadas, y Europa está en máxima alerta. Desde incursiones desesperadas en nuestro espacio aéreo hasta intentos de coerción económica, desde ataques despiadados en Ucrania hasta amenazas directas a nuestra seguridad. Europa está amenazada desde el este, desafiada desde dentro, y observada de cerca por el sur global en todo lo que hagamos», resumió la alemana. «Estamos viviendo un período de máxima incertidumbre y volatilidad explosiva», añadió.
«El mensaje más fuerte que podemos enviar en respuesta es el de la unidad. No importa si estamos trabajando en nuestra capacidad de defensa, en reforzar nuestro escudo democrático, en aumentar nuestra competitividad o en crear empleos de calidad en la economía moderna: en eso debemos centrarnos», añadió una presidenta de la Comisión algo comedida y que recordó las incursiones de drones rusos en el flanco oriental o las palabras recientes de Vladimir Putin.
En ese punto trató de tender la mano a los grupos políticos de la Cámara. «Sé que están genuinamente preocupados por algunos de los temas mencionados en esta moción: Gaza, Ucrania, comercio o nuestras relaciones con Estados Unidos. Sé que esas preocupaciones son legítimas. También sé que hay inquietudes con respecto a nuestra seguridad económica: las dependencias, el costo de la vida, la burocracia, la seguridad alimentaria, el cambio climático y cómo proteger nuestras democracias y sociedades», asumió la dirigente germana. «Por eso quiero renovar mi compromiso y pedir que esta Comisión trabaje con ustedes, de cualquier manera necesaria, para encontrar respuestas conjuntas. Creo que es una responsabilidad compartida que todos tenemos en este momento tan peligroso de la historia», terminó. Con todo, su gestión seguirá bajo la lupa.
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